Una de las primeras preguntas que recibo durante las implementaciones de OKR es si debemos escribir objetivos aspiracionales. Mi respuesta es: necesitamos determinar qué tan aspiracional quiere ser la empresa, en comparación con lo que realmente podremos entregar dentro del marco de tiempo dado (anual, trimestral, mensual, etc.).
Muchas veces tratamos de poner sueños en la redacción del objetivo, pero difícilmente logramos lograrlo porque está alejado de la realidad, generando interrogantes sobre cuándo realmente sucederá. Ejemplo: “Ser la empresa más querida del segmento X”. ¿Sucederá esto dentro del mismo período? ¿Qué significa "ser el más amado"?
Cuando John Doerr presentó los OKR en su Ted Talk y en su libro "Evaluate What Matters", cita el desafío de la meta a la que se aspira como algo que debe lograrse mientras se inspira a las personas. Sin embargo, una trampa de este camino es: ser demasiado ambicioso en una cultura organizacional que no está preparada para esta visión puede tener el efecto contrario, similar a las promesas de fin de año.
¿Alguna vez te ha pasado?
Lo que sucede cuando dibujamos estas promesas es que están muy lejos de nuestra realidad. En consecuencia, nuestro esfuerzo diario por alcanzarlos es demasiado grande y no mueve la aguja como nos gustaría. Pasamos días cambiando rutinas, sudando tratando de llegar allí, pero nada sucede a corto plazo. Después de un tiempo, nuestro cerebro entra y comienza a dudar si la promesa realmente vale tanto esfuerzo.
en tu libro “Unlearn”, Barry O’Reilly sugiere dividir nuestras promesas a largo plazo en pequeños resultados a corto plazo, porque a medida que alcanzamos pequeños hitos en el camino, adquirimos una sensación de éxito, aunque sea pequeño.
Barry incluso da el ejemplo de intentar terminar una media maratón de 21 km. ¿Cómo puede alguien pasar de 0 km a 21 km sin rendirse? Si sólo nos centramos en los 21 km, la meta está demasiado lejos y desistiremos por falta de sensación de éxito y mucho esfuerzo. Lo que debemos hacer es empezar poco a poco, ser constantes y pensar en grande, dando los primeros pasos caminando día tras día alrededor de la manzana de 500 metros. Después de un tiempo, aumente a 1 km día tras día, y nuevamente aumente a 2 km hasta que de repente llegue allí. Estos pequeños éxitos estimulan nuestro cerebro a querer lograr más y más.
Estamos hablando de dar la sensación de éxito en el camino, para que las personas se sientan motivadas y desafiadas a pasar al siguiente nivel. Tiene que ver con trabajar la parte de nuestro cerebro que nos impulsa a ir cada vez más lejos, aunque sean pequeños resultados, la constancia de esta dinámica hace el resto.
En los OKR, cuando somos realistas y “con los pies en la tierra” al establecer un objetivo y crear KR dentro de nuestro contexto actual, ya entramos con una motivación diferente que cuando recibimos dichos OKR aspiracionales pensando en el largo plazo. El duda? Reflexiona conmigo: cuando has recibido una meta u objetivo ambicioso en tu empresa, lo primero que te viene a la mente es “¡Esto es para que lo vea gringo!”, “Están locos, nunca llegaremos en tal poco tiempo”, “No eres tú ¿Qué vas a hacer, verdad?”
Las promesas de fin de año son excelentes para ejercitar hacia dónde queremos ir en el futuro de una manera ambiciosa. “Pensar en grande y pensar en pequeño requiere el mismo trabajo” como dijo Jorge Paulo Leman, lo cual es cierto, pero intentar ejecutar con esa misma mentalidad es frustrante por el simple hecho de que el sueño no se hace realidad tan pronto. Prefiero la frase de Barry O'Reilly "Piensa en grande, empieza en pequeño y sé constante".
Diseñe OKR que sean realistas, orientados a la acción y que se sientan exitosos en un corto período de tiempo. Si no quieres perder de vista tu compromiso de fin de año, escribe uno y decláralo como una misión, ya sea para tu escuadrón, departamento, empresa, vida personal, etc. De esta forma, tendrás la visión a largo plazo combinada con la ejecución a corto plazo, garantizando los peldaños uno a la vez, como una gran escalera, peldaño a peldaño, hasta llegar a la cima.
Espero que este artículo lo ayude a trazar sus compromisos de fin de año de una manera diferente, así como a planificar sus OKR más realistas para dar un paso a la vez.
Autor: Luiz Corandin
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